Una taza de té con leche es tan dulce que hace que la gente entrecierre los ojos, pero ¿quién hubiera pensado que hay una crisis de salud detrás de esta dulzura? Hay una larga cola frente a la tienda de té de burbujas de la calle, y los jóvenes sostienen sus tazas y sonríen felices, pero no saben que el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa está jugando silenciosamente con sus cuerpos. Los datos están aquí: el examen físico de una gran empresa, empleados a los que les encanta beber bebidas dulces, ¡el hígado graso es 3 veces más alto que otros!
Hablemos de las salchichas para perros calientes, que huelen fragantes y agradables de comer, pero no es algo bueno. Frente al mostrador de delicatessen, la salchicha parece tentadora, pero el nitrito de sodio está escondido en el interior y, cuando reacciona en el estómago, se convierte en un carcinógeno. Los estudios han dicho que comer una salchicha al día tiene un 18% más de riesgo de cáncer de estómago. ¡Es un número aterrador! Cuando lo comes, está fresco y luego tu estómago sufre.
Y los pepinillos, que son comunes en la mesa de todos los hogares. Gachas por la mañana, bollos al vapor por la noche, masticar crujientes. Pero si comes demasiado de este pepinillo, tus vasos sanguíneos no pueden soportarlo. Según una encuesta comunitaria en Beijing, los jóvenes que consumen una dieta alta en sal tienen una presión arterial un 40% más alta que los hogares de otras personas. Cuando tomas un bocado de pepinillos, tu presión arterial aumentará y tendrás que tomar medicamentos a una edad temprana, ¿quién puede soportar esto?
Estas cosas de comer y beber están demasiado cerca de nuestras vidas. Es como poner sal en el salteado de casa, siempre siento que más es fragante, pero con el tiempo, el cuerpo pide ayuda a gritos tarde o temprano. Si no prestas atención a la salud y te arrepientes cuando algo sale mal, es demasiado tarde. A partir de ahora, mantén la boca cerrada y evita tocar esas "trampas dulces" y "bombas saladas".
Desde otro punto de vista, lo saludable se puede comer. En el mercado de verduras temprano en la mañana, la tía Wang llevaba una canasta de verduras llena de brócoli y repollo morado. Estos platos parecen ordinarios, pero son maestros antioxidantes. También aprendió la dieta mediterránea, salteando con aceite de oliva y comiendo pescado de aguas profundas tres veces por semana. Tiene 55 años, el informe del examen físico está a pocas calles de los jóvenes, y su presión arterial y azúcar en la sangre son estables.
Si miras la mesa de comedor japonesa, hay tantas cosas que son exquisitas. En una taberna de Tokio, la sopa sukiyaki es ligera y agradable. Cuando los japoneses comen, siempre hay algas en sus platos, así como tofu y sopa de miso. Una empresa probó una dieta japonesa y los empleados tuvieron un 35% menos de problemas cardiovasculares. ¿No es este el principio de "come lo correcto, enferma menos"?